martes, 4 de enero de 2011

las pensiones sobre la mesa

El retraso de las jubilaciones (16-12-2010)


VICENÇ NAVARRO
El alargamiento, de los 65 a los 67 años, de la edad obligatoria de la jubilación afectaría de una manera muy de-
sigual a distintos sectores de la población, como consecuencia de que España continúa teniendo clases sociales. Un burgués vive dos años más que un pequeño burgués que, a su vez, vive dos años más que una persona de clase media, la cual vive dos años más que una persona trabajadora cualificada, que vive dos años más que una persona trabajadora no cualificada, la cual vive dos años más que un trabajador no cualificado con más de cinco años en paro. La distancia entre la última y la primera es de diez años, mientras que el promedio de la UE-15 es de siete. (La distancia de dos años de longevidad entre las clases sociales es una aproximación, pues tiende a ser ligeramente inferior entre la burguesía, pequeña burguesía
y clases medias, y superior entre estas clases y la clase trabajadora).
A partir de estas cifras puede concluirse que, puesto que la longevidad es tan distinta según la clase social, es profundamente injusto que todos deban obligatoriamente jubilarse al mismo tiempo. En realidad, para muchas personas cuyo trabajo es más intelectual que manual y que es fuente de goce y estímulo tener que jubilarse a los 65 años es un perjuicio que puede dañar su salud. En EEUU, por ejemplo, un catedrático puede trabajar hasta que lo desee, siempre y cuando alcance los niveles de exigencia que la universidad reclama a todos los docentes. La jubilación es un derecho, no una obligación. No así en España, donde es una obligación, llegando al absurdo de que muchos profesionales deben jubilarse en pleno uso de sus facultades y competencias en profesiones y especialidades (como la medicina) donde hay una
enorme escasez de profesionales.
Pero este absurdo es incluso más injusto en la persona cuyo trabajo es más manual que intelectual, y para la cual el trabajo no es un instrumento de goce sino un medio a partir del cual obtiene los medios para poder vivir. Y grandes sectores de la clase trabajadora se encuentran en esta situación. Para esta persona, exigirle que trabaje dos años más es una enorme injusticia, y ello debido a que se la homologa con otra que, además de tener un trabajo estimulante muy distinto, le sobrevivirá muchos años. Es profundamente injusto pedirle a un miembro del personal de limpieza de la universidad que trabaje dos años más para pagar mi pensión, ya que probablemente le sobreviviré seis u ocho años más.
Pero a esta injusticia se añade otra, y es que el alargamiento de la esperanza de vida en los últimos 30 años ha sido también muy desigual. La burguesía, pequeña burguesía y clases medias han visto cómo se alargaba su vida mucho más rápidamente que la clase trabajadora. En EEUU, país que tiene un sistema de recolección y análisis de estadísticas sociales y vitales mejor que España, las clases con mayores rentas han incrementado notablemente su esperanza de vida durante los últimos 30 años. Tal incremento ha sido mucho menor, sin embargo, en las rentas inferiores (primordialmente trabajadores no cualificados), que no han visto crecer su esperanza de vida ni siquiera dos años, con lo cual el retraso de dos años de su edad de jubilación significaría incluso una reducción de sus periodos de pensionista en comparación con pensionistas en cohortes anteriores (Dean Baker y David Rosnick, The Impact of Income Distribution on the Length of Retirement, Center for Economic and
Policy Research, octubre de 2010). La relevancia de estos datos para España es enorme, pues mientras que en EEUU la mitad de los trabajadores de 58 años trabaja en ocupaciones físicamente exigentes y/o
en condiciones difíciles (difficult working conditions), este porcentaje es incluso mayor en España, donde el nivel de cualificación en la fuerza laboral es menor que en EEUU. De ahí puede concluirse que su longevidad es menor y ha crecido menos en los últimos 30 años que las clases de renta superiores. Tratar a todos por igual es una gran injusticia.
Otro problema que existe en la propuesta de retraso de la edad de jubilación es que se basa en supuestos erróneos. El argumento que se utiliza constantemente para indicar que el sistema de pensiones público es insostenible es subrayar que, mientras ahora el gasto público en pensiones representa el 9% del PIB, en el año 2050 será del 15%, lo cual consideran que es insostenible. Este argumento lo han utilizado una larga lista de instituciones y firmas de sensibilidad neoliberal. Y lo utilizó hace unos días el nuevo ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, en una entrevista en el rotativo de mayor difusión del país, donde repitió el mismo argumento. Es más, este último indicó que, aun cuando la productividad anual aumentara un 2% o un 2,5%, todavía sería insostenible.
Pero esto no es cierto. Si el crecimiento anual de la productividad fuera del 2%, el PIB en 2050 sería 2,20 veces mayor que ahora. Ello quiere decir que si el PIB ahora es 100, en 2050 sería 220. Pues bien, mientras que ahora nueve unidades (el 9% del PIB) van a pensionistas, en 2050 serían 33 (el 15% del PIB), y para los no pensionistas, en 2050 serían 187 (220-33), mucho más que ahora, que son 91. Es decir, como resultado del incremento de la tarta (más del doble), tanto pensionistas como no pensionistas tendrán muchos más recursos, pues estamos hablando de cantidades monetarias con la misma capacidad de compra en 2010 y en 2050. Es más, es probable que el PIB sea incluso mayor, resultado del crecimiento de la población que trabaja (ahora una de las más bajas de la OCDE). Si en lugar del 52% fuera del 72% o del 75%, el PIB sería incluso mucho mayor. La alarma es totalmente infundada. Lo que el Estado debería hacer es mejorar la productividad del país y facilitar la integración de la mujer al mercado de
trabajo en lugar de alargar obligatoriamente la edad de jubilación.
Vicenç Navarro es Catedrático de Políticas Públicas de la Universitat Pompeu Fabra y profesor de Public Policy
en The Johns Hopkins University
Ilustración de Mikel Jaso

4 comentarios:

  1. Yo creo que si hay un alargamiento de edades tendría que ser uno adaptado a las condiciones de trabajo de cada operario.Por otra parte también pienso que han utilizado de escusa para taparse la cara insinuadamente la frase `Igualdad para todos´
    y el no tener que reconocer la mayoría de los fallos no solamente en la economía española si no en la salud o esperanza de vida de los distintos operarios españoles. Podríamos aprender un poco de otros países en algunas de sus cualidades, al menos en las más desarrolladas frente al nuestro.
    Sara Peñarrubia Silvestre 1btax.

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  2. Vicenç Navarro habla de que la jubilación tiene que ser un derecho, no una obligación.
    Expone que es injusto que una persona que hace un trabajo manual trabaje lo mismo que una persona que hace un trabajo intelectual, ya que la última goza de este y puede trabajar mucho más pero para la primera es más duro.
    Otro punto que señala es que el aumento de la esperanza de vida a favorecido a los más ricos y con diferencia, por lo tanto si es igual el año de jubilación, los mal pagados tendrán menos años para disfrutar.
    Y termina aclarando que una solución sería crear más puestos de trabajo para la mujer y no alargar la edad de jubilación.
    Pienso que una buena solución sería la que expone Vicenç Navarro en crear más puestos para la mujer. También estoy de acuerdo en que no es justo que dos personas de diferentes clases sociales se jubilen al mismo tiempo. Pero mirándolo desde otro punto de vista, estoy segura que muchas personas de una clase social baja quieren jubilarse más tarde para seguir ganando ese dinero y poder mantener a su familia, mientras que los de la clase alta prefieren jubilarse antes ya que el dinero les sobra. Independientemente de eso, pienso que alargar la jubilación es un error y va a aumentar el descontento de la población y tampoco entiendo porqué no buscan otras soluciones.
    Sara Santos Solana 1ºbach

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  3. Comprendéis bien el artículo, pero hay una sutileza que aclarar en el último comentario de Sara: no creo que los ricos deseen jubilarse antes, ¿por qué Amancio Ortega sigue trabajando con 75 años? Tal vez porque ese tipo de trabajos no tiene tanto que ver con el desgasto físico y sí con el enriquecimiento intelectual. Según Navarro, es la clase baja quien reclama una jubilación pues sufre los trabajos más penosos..

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  4. Estoy de acuerdo con Vicenç Navarro en que hay una gran diferencia entre lo que significa el empleo para la clase alta, una fuente de goce y estímulo, y para la clase más baja, una forma de poder vivir y mantener a su familia, por tanto éstos no están en las mismas condiciones y no deberían de jubilarse al mismo tiempo. Como dice él, la jubilación es un derecho por eso pienso que las personas que tengan un trabajo más intelectual y donde la experiencia tenga un peso importante no tendrían que tener obligación de jubilarse a ninguna edad, si no que deberían hacerlo cuando no pudiesen desempeñar su empleo, como por ejemplo las profesiones de profesor o médico, mientras que las personas con trabajos más duros y manuales tendrían que tener la seguridad de que con las pensiones que ganen al jubilarse podrán mantenerse.
    Además, como dice Vicenç, la solución no es alargar la fecha de jubilación, si no crear más producción y más puestos de trabajo, sobre todo para la mujer e igualar los salarios de ésta con los hombres, para hacer una sociedad igualitaria en la práctica y no solo en la teoría.
    Lidia Latorre 1º Bach A

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